Este artículo tiene más de 2 años. Si contiene información técnica es posible que no se ajuste a las últimas versiones.

Consejos que debes seguir si de verdad, quieres estar en la web

Pocas profesiones tienen tanto experto por metro cuadrado como el marketing online. Para ser una actividad relativamente nueva, es sorprendente lo rápido que viajan algunos de principiante, a la de experto reputado en multitud de tareas. Y no hay experto que no quiera adornar los oídos o los ojos de los incautos, con las bondades de internet. Por supuesto la promesa del éxito digital, atrae el interés de empresarios y profesionales que observan como, algo que miraban con incredulidad ayer, se ha convertido hoy en la nueva Ruta de la Seda.

No seré yo quién niegue que la web es esencial para los negocios. Faltaría más (aunque yo sigo viajando en el vagón de los aprendices). Tan sólo quiero poner en guardia a todas las personas, que piensan que la web es un fruta madura esperando su mordisco. Así que voy exponer los consejos fundamentales para toda aquella persona que quiera estar en internet:

1. Va a necesitar tu implicación directa

Ningún consultor o experto se va a preocupar de tu negocio más que tu (y si lo hace, es que no te preocupas lo suficiente). La informática puede que sea maravillosa, pero sin estrategia y un plan definido, no vale de nada. Si quieres jugar en internet, vas a tener que estar dispuesto a aprender todo lo que puedas y a dedicarle tu valioso tiempo (sí, eso incluye tu tiempo libre). No creas que vas a poder delegar exclusivamente en otra persona ese trabajo.

2. Estar dispuesto a trabajar duro

En internet nada se hace sólo, por mucho que te cuenten que te puedes bajar un app que lo haga por ti.

Regla fundamental y que mucha gente no alcanza a comprender. En internet nada se hace sólo, por mucho que te cuenten que te puedes bajar un app que lo haga por ti. Diseñar y programar una web lleva mucho trabajo (cualquiera que haya hecho una de verdad, lo sabe bien). Pensar en la estructura, redactor los textos o producir las imágenes de una web puede llegar a ser agotador. Mantener una presencia en redes sociales o actualizar la sección de noticias o el blog, puede llegar a consumir muchísimo más tiempo del que piensas.

3. Sé generoso.

Afronta el hecho de que el trabajo cuesta dinero. No caigas en la tentación de pensar que como es un “trabajo virtual” cuesta menos (repasa el punto 2). Un buen profesional quiere cobrar por su trabajo (eso suponiendo que lo encuentres). Acuerda unos precios razonables que puedas pagar y no escatimes.

4. Vas a necesitar mucha paciencia.

No hay resultados rápidos, sólo  trabajo constante y bien hecho. En la mayoría de ocasiones estos resultados van a tardar mucho en llegar, así que no te obsesiones por las cifras y por lo mucho que has puesto en el proyecto. Pueden pasar muchos meses hasta que empieces a ver resultados (incluso haciéndolo muy bien). De nuevo no te dejes engañar por lo instantáneo del medio.

5. Internet no convierte a un burro en un caballo de carreras

La tira cómica más famosa con respecto a internet (ya antigua, y ha sido actualizada convenientemente) es la que salen dos perros delante del ordenador y uno le dice al otro “en internet nadie sabe que eres un perro”. Lamentablemente si tu negocio es un “perro”, va a ser difícil que lo cambies en la web. Si en tu empresa no hay buena comunicación, no es un negocio honesto y no hace felices a los clientes, ¿cómo quieres que haga en la web? Hay que afrontar que detrás del fracaso de muchos proyectos no está la tecnología, sino las personas. Afronta antes esos problemas, antes de buscar soluciones milagrosas en la web.

En conclusión, en la vida hay que desconfiar de las soluciones rápidas, baratas y fáciles, porque pocos cosas lo son a la vez. La web es un medio con mucha competencia, saturado y complejo, donde es difícil destacar. No obstante sigue habiendo muchas oportunidades y siempre hay espacio para  la originalidad. La próxima vez que alguien destaca las infinitas bondades de internet, igual lo que pretende es que tú también seas un perro.